Juan Manuel Castro Santiago

Departamento de I+D+i de Retuc

¿Producir, usar y tirar? No, reducir, reusar y reciclar. El actual modelo económico lineal podría estar llegando a su fin y su lugar será ocupado por la economía circular.

¿Pero qué es la economía circular?

La economía circular es, un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible al mismo tiempo que se reduce al mínimo la generación de residuos.

Las características de los plásticos les permiten desempeñar una función esencial dentro de la economía circular, aunque el sector debe ser consciente de que debe avanzar de forma rápida hacia materiales que se puedan reutilizar y también reciclar de forma fácil. Unos plásticos más ligeros, versátiles y duraderos pueden ayudar a ahorrar recursos esenciales como la energía y el agua en sectores estratégicos como el packaging, la construcción, la automoción y la energía renovable, por nombrar solo unos pocos. Con el enfoque adecuado por parte de la industria, los plásticos pueden ser un material sostenible, a pesar de las injustificadas campañas contra su imagen que se han emprendido en los últimos años.

Por poner sólo un ejemplo, el Análisis del Ciclo de Vida de las bolsas de plástico, papel y algodón ha demostrado que las bolsas de plástico son las más sostenibles gracias al menor gasto de energía en su fabricación y a la facilidad para su reutilización.

Desde Retuc, miembro del Clúster del Plástico de Andalucía,  trabajamos desde 1995 en ese cambio de filosofía mediante la revalorización de los materiales plásticos técnicos. En Retuc trabajamos para darle una segunda vida al plástico asegurando la calidad de nuestros materiales y realizando un material a medida de las necesidades del cliente.

En los últimos años, el sector industrial del plástico está trabajando intensamente para que la economía circular de estos materiales sea una realidad. Sigue así las demandas de consumidores y empresas y las directrices de la Unión Europea, que ha puesto en marcha un Plan de Acción de Economía Circular. El plan también hace hincapié en el ecodiseño e información del producto al consumidor, así como en potenciar el uso de plástico reciclado para acelerar su la economía circular. Esta estrategia europea plantea tres retos principales: incorporación a nuevos productos de 10 millones de toneladas de plástico reciclado en Europa en 2025; que en 2030 todos los envases de plástico puestos en el mercado europeo sean reutilizables o reciclables de una manera rentable; y conseguir que no haya residuos abandonados en la naturaleza.

Los plásticos presentan numerosas ventajas que es muy difícil encontrar juntas en otros materiales: son versátiles, ligeros, nos permiten ahorrar energía, contribuyen a evitar el desperdicio alimentario entre otros beneficios y aportan seguridad. En contacto con alimentos, son los materiales más seguros, y no debe olvidarse el papel fundamental que han jugado durante la crisis sanitaria del coronavirus como materia prima de casi todos los elementos de protección. Y todo ello, con un coste muy reducido, que implica que sus sustitución por otros materiales llevaría a un importante encarecimiento de muchos productos.

Pero todas estas ventajas desaparecen si no se realiza una correcta gestión del residuo plástico, que se puede reciclar y valorizar. Al final de su vida útil, los plásticos tienen valor convirtiéndose en nuevos recursos. Gracias a su reciclado, se pueden fabricar nuevos productos, tal y como hacemos en Retuc.